Una noche cualquiera

Subió por los pies
desde el borde de la cama
mientras dormía, oscuro y siniestro,
cuando descuidado tenía sus armazones
A la hora de despertar ya no podía
más que hacer su voluntad...
se había enamorado de unos ojos cafés

de un hombre tan normal
Que le daba miedo

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mi tiempo sin ti

Optimismo, pesimismo y la verdad

A la niña Amanda