Mi tiempo sin ti

malévolos de traición y ventura...
todo acontece en el mundo dónde no estás, me haces falta, te necesito y muero.
Desvanezco en la interacción con el oxígeno,
necesitaba fuego en las venas
sólo queda un dulce vacío,
esperanza de tu regreso.
No quiero riquezas, fortuna, renuncio a un mundo sin vos,
carente de un cuerpo,
el timbre de tu voz,
un cabello, un pasado con un nombre y apellido iguales;
justamente...
-con tu alma entera-
Pueden amanecer, anochecer milenios a mis espaldas
pero yo sin ti;
eternamente aguardo...
La espera del amor: lo más importante, sin importar cualquier otra cosa... Me gustó tu escrito. Saludos!!
ResponderEliminarMuchas gracias
EliminarMe gusta mucho esta declaración. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias!
EliminarElizabeth! suenas a ronca palabra de verdades, a piel entre flores, o pétalos sobre dulzuras, o cielo telúrico, en el cual no buscas si no hallas amores, entre bellezas, y silencios, entre alientos o aires que se quieren respirar, y palabras, que callan, dicen suaves los dolores, el ansia que atiende tu mirada, con tus ojos, tus sueños blancos, leves o ligeros y siempre un tiempo, un tempo, la eternidad ante ti, tu mirada, tus ojos, despertar, y oírte, y clamarte, sabiendo amar, con dulce vida de la palabra, que te brota, inquieta, verdadera. Un beso.
ResponderEliminar¡Vaya, cuantas palabras alevosas, ceñidas a robarme el aliento!
EliminarLo has logrado si ése era tu cometido