Serenidad
perturbadora tu boca, apuntando hacia mí
mis ojos van inundándose de deseo lentamente,
mi sed anhela tu carne fresca, húmeda, cálida
Son instantes trágicos para mi razón,
no existe mundo, ni camino, tampoco tiempo
pueden acontecer milenios tras esa puerta
más aquí, dentro de tu regaso no hay
frío, calor, hambruna, cansancio agotador...
Es tan mágico el momento en que te vas
mi corazón vuelve a su palpitar,
se multiplica la vida en mis venas
la alegría inunda mi casa y todo vuelve a ser...
serenidad...
Emotivo, intenso. Buen poema :)
ResponderEliminarMe encanta la Sutileza descrita en la acción! muy buena!
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias por tu comentario :)
Eliminar