La mujer de anoche

Aconteció lo indescriptible
en un 
hermoso regalo de los dioses 
como bocanadas de aire, 
me dieron los excesos,
besé en tu boca al recuerdo, el deseo.
Te vi desnudo de impresiones,

te amé la carne
anduve en tu sombra, 

lamí tus recónditos placeres,
vagué en ti dónde ni el diablo te mira
quise ser fuerte, 
dejarte mi huella,
un poco más allá de la alevosía 
te dejaste llevar.
Entonces, 
de un recóndito pedacito brotó,
la verdadera,

la que no te pertenecerá jamás
despiadada, 

sin tiempos,
esa fiera a la que temo en mis noches de insomnio

la que disuelve la razón en olvido.
Ella, tomó el control absoluto,

de vos, 
de nuestros sentidos, 
detuvo el reloj la noche entera  
bebió tu sed, 
la pasión y mi sangre.
A la mujer de anoche no la visten las ropas, 
vive entre los lúgubres
besos censurados... 

Comentarios

  1. Me gusta en su expresión la pasión, el calor de tus letras, es bello.

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  2. Me gustó mucho tu poema lleno de pasión, grandes versos y grandes metáforas. Hay en este poema algunos versos geniales, pero este me fascinó especialmente "anduve en tu sombra de ahí dónde ni el diablo mira..." Un abrazo!

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario, me llenó de alegría saber que mis poemas les gusta a las personas en verdad, de corazón muchas gracias!

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  3. Con esta imagen visualizo un mundo:
    "esa fiera a la que temo en mis noches de insomnio ".
    Encantador y fuerte. Un poema de aplauso. Saludos desde los Llanos de Cojedes, Venezuela

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