Háblame

Si me quieres 
si me necesitas
si has de extrañarme 
también...
si sientes miedo
frío, calor, deseo
soledad
si tienes historias que contar
o que callar 
sólo si me amas
si ya no lo haces
por que la verdad amor mío
me he gastado las palabras que
están por inventarse...

Comentarios

  1. Las palabras que están por inventarse no se desgastan ni acaban. Porque, todo es infinito, como el amor que también lo es. El problema de uno no es lo real, eso es una ilusión. Mi problemas, es tú problema, es el problema de toda la humanidad, pues todos pasamos por la misma agonía, felicidad, etc.
    Y de ahí nacen las epidemias psicológicas: uno dice algo y los otros se lo creen como si eso fuera verdadero. Por eso, uno tiene que cuestionar todo lo que le llega, lo que se dice, y encararlo cara a cara él solo. Y descubrir si es verdadero o es falso. De lo contrario, seremos como robots que repiten su programación que otros le ha dado.

    ResponderEliminar
  2. Bonitas palabras inventadas y que estás por inventarlas!
    Me gustó mucho!!! Saludos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias! Es un honor para mi que leas siempre mis poemas y saber que te llegan mis palabras, de corazón gracias, no me cansaré de hacerlo!

      Eliminar
  3. Somos esclavos de nosotros mismos aunque podemos dejar de serlo, por completo.
    Nuestro lado oscuro nos tiene encarcelados, nuestra parte siniestra ha atado a nuestro hombre y a nuestra mujer, tomando en cuenta que todos tenemos la parte masculina y femenina en nuestro interior, de una manera permanente.
    Y el trabajo que necesitamos hacer en este momento es el de soltarnos de nuestro tirano.
    Al momento de saber, de hacer consciente, que nada externo nos hace esclavos, que la esclavitud proviene de adentro, de un Arquetipo que tira las cadenas para castrarnos, hace que estas cadenas se vayan disolviendo poco a poco.
    Y ¿adivinen cuál es la fórmula mágica para que ese tirano enorme se vuelva pequeñito? El sentir.
    Sí, ese ser malévolo, mayormente, se la pasa castigándonos cuando nos permitimos sentir.
    Cuando nos liberamos de nosotros mismos, de nuestra oscuridad, esa parte oscura deja de ser un verdugo para convertirse en nuestro aliado, en el ser que nos brindará la iluminación.
    Este ser nuevo, que antes nos castraba, permite ahora que nuestra parte masculina y femenina se amen con profundidad y respeto. Con lo cual nos hacemos uno y no necesitamos que nadie venga a completarnos.
    Al tener la habilidad de convertir el tirano alado en ángel damos el gran paso a la verdadera libertad, así es que atrévanse a soltarse, a ser libres y a complementarse a sí mismos. Dejen de rendirle cuentas a esa parte suya que pone miles de reglas. El tiempo es hoy y ha llegado el momento de hacerlo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Mi tiempo sin ti

Optimismo, pesimismo y la verdad

A la niña Amanda