Mi soledad

Me atropellan los demonios de ayer, de hace siglos aún hoy
no sé cómo se sigue ostentando una sonrisa sin razón alguna.
Ese sonido hueco de latidos rancios sigue forjando ecos a mi oído
aún no poseo el pulso tranquilo, ni renuncian a salir los sollozos.
Cuan vacios se sienten: mi casa, mi cuarto, el mundo… ummm aún la vida
Hay otro segundo desfallecido, entre abandonos mezclados
entre frío, miedo, y desazón…
Por la ventana se miran las gotas de lluvia caer, pero aún espero
ver en mi rostro florecer una esperanza ante un nuevo amanecer…

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