Sin Remedio

Estoy al borde de un barranco en medio de la noche con la ventisca helada que hace tiritar mi alma arañándome la espalda;
las lágrimas que me humedecen el rostro siguen su camino sin preguntarse por qué estoy hundiéndome… sin saber qué hacer… 
¿Donde estás?
En ocasiones, en medio del silencio, estoy…estás junto a mí y no te veo, deseo tanto sentirte antes de dar un paso que irremediablemente me aleje de ti…
Las hojas caen en medio del brisa que las estremece, está realmente frío y oscuro… 
¿Y tu dónde estás?
Caigo sobre mis rodillas, con tanto dolor que reflejan mis ojos haciéndome flaquecer… poco a poco… lentamente… ¡en agonía total!
Sé, a dónde voy… también bajo que términos… tentada por mi suerte… más mi corazón aún me grita… 
¡¡Detente!! 
¡Y tu ausencia duele tanto!
Que realmente siento que este es mi camino
Hoy, mañana, ayer... las ausencias siempre dolerán…
En medio de toda la tormenta aún sigo preguntándome... 
¿Tu donde estás?

Comentarios

  1. En el mismo lugar en que me quedé esperándote la ultima vez, desde entonces, en mi largo cavilar, cada segundo que transcurre en mi vida, no hago si no eso... también esperarte,

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Mi tiempo sin ti

Optimismo, pesimismo y la verdad

A la niña Amanda